Epoxi, Noro, Orzas y heridas…
CONCURSO RELATOS MARINEROS 2017
Por Tony Rojas
Pertenezco a un club heredero del espíritu de un famoso grupo náutico francés Les Glennans, basado en la colaboración y el trabajo en grupo en la navegación a vela, su nombre es Centro Internacional de Navegación de la Ría de Arosa, resumido CINA. Dentro de las necesidades que requiere la enseñanza de la navegación esta la preparación y reparación de las embarcaciones para la realización de los cursos, a estar labor se le denomina materialista.
Hace unos años tuve la confianza de la junta directiva para realizar esta labor dentro de los cursos programados en Boiro, y en ese tiempo ocurriendo muchas cosas que voy a relataros.
Epoxi gran descubrimiento, no en tubitos sino en botellas de gaseosa traídos del astillero, Este material junto a un polvillo blanco muy volátil….sílice, produce una masa que es una pasada para arreglar desperfecto. Los abordajes entre nuestros barcos, con boquetes que los convertirían paisaje del fondo de la ría, se reparan poniendo capa tras capa de fibra de vidrio, lijadas y capas de pintura.
Noro, Mousqueter de madera que vino de Francia, pionero de nuestra flota y que tras haber funcionado en algún curso como velero-mejillonera, llego a los astilleros para una limpieza y vino a descansar en una camita. Me concentre en unos cambios de tornillos, ajustes de piezas en malas condiciones y una manita de pintura. Estaba rejuvenecido y listo para nuevas hazañas.
Realizar orzas y timones es otra labor continua de nuestra escuela, ya que algunas no saben esquivar las piedras del fondo, otras son aventureras y desaparecen en la ría. Recortar las planchas de madera, pulir cantos e impermeabilizarlas es un entretenimiento típico de materialista.
Un día llegaron unos alumnos con una barra escota del Mousqueter Siniestre en los brazos, valga el símil, es como si te llegan con el volante de un coche….El caso es que tensando escota, chicos fuertes, salto de su anclaje en el barco, volver a colocarla con mejores agarres costo un par de días, y a surcar el mar de nuevo.
Heridas propias, empezó en el montaje de las instalaciones cuando una plancha de aluminio me rebano la tibia, un mes de betadin. Luego un martillazo en el dedo que se puso muy feo, cuando todo parecía mejor, otro golpe por ir leyendo unas instrucciones de bote de pintura con las maderas del astillero, nueva herida en la tibia también con mala pinta. Total borrachera de betadion y procurar no mojarse…..quiero betadiiiiim!
Muchos alumnos maravillosos han pasado por la base con la ilusión de dominar cada día un poco más esos locos cacharros llamados veleros, con temor y ganas de la primera volcada. Recuerdo especialmente a Jesús que sabe de todo y te ayuda en todo, a los chicos ex jugadores de rugby capitaneados por Israel, a todas las aguerridas piratas de Boiro Cristina, María y Marta, al marisquero que cambio las cadenas del fondeo Alberto, al nuevo y aguerrido monitor José y a Moncho que nos ha hecho famosos en el artículo que nos dedica en la Voz de Galicia.
Hay muchos más, incluso ha habido dioses y otras criaturas marinas que escribían notas a sus amores, os invito a que cada uno haga un cuento o relato de la pruebas y entuertos que han ocurrido en su semana.
Cuando me marchaba el jueves del maravilloso chiringuito de la playa de la Retorta, el día estaba morriñoso y se puso a llover, pensé….que Galicia estaba triste porque me iba y a mí también se me enturbiaron los ojos mientras metía la metía la primera y dejaba atrás la playa.
Por Tony Rojas