COSTEANDO DE GARRUCHA A TORREVIEJA

Desde el puerto de Garrucha, donde se encuentra amarrado el Noite, nos disponíamos a navegar hasta Alicante con el fin de ir costeando durante unos días disfrutando de navegar a vela e ir adquiriendo algo de experiencia con el barco.

Nuestro primer día de navegación fue este pasado 2 de julio de 2015. Nos propusimos llegar hasta Cartagena con idea de hacer noche en el puerto del Club de Regatas y que al día siguiente nos revisasen la vela mayor puesto que el enrollador siempre nos da problemas a la hora de sacarla.

Una vez comprobada la previsión del mar, revisados los niveles de aceite y líquido refrigerante, salimos de Garrucha a las 11:30 de la mañana rumbo Cartagena con hora de llegada prevista sobre las 20:30. Navegamos rumbo 58º directos a Cartagena. Teníamos viento de levante 0,5 a 1 metro de ola y navegamos a motor puesto que el viento venía justo por la proa acompañados de la vela mayor para estabilizar un poco el barco.

A las 13:30 recibimos una llamada de radio Cartagena de MEDE. Se desconocía la posición de la embarcación que había envíado la alerta por DSL por lo que nos pidieron que mantuviésemos la alerta por si veíamos algún barco en situación de emergencia. No vimos ningún barco ni volvimos a saber nada.

A las 13:51 nuestra posición era de 37º 17,439’ N 1º 35,392’ W.

Nada más pasar el monte Cope vimos moverse algo grande en la proa del barco a poca distancia, era de tal magnitud que detuvimos el barco pensando que podría ser una ballena, pero nuestra sorpresa cuando vimos saltar un gran atún de por lo menos metro y medio. Pocos segundos después vimos saltar tres grandes atunes más, todo un espectáculo!!!!.

Proseguimos rumbo 58º con viento de levante hasta llegar a Cartagena. A las 21:00 horas atracamos en Cartagena haciendo un total de 47 millas desde Garrucha.

Prácticamente a la vez atracamos en puerto tres veleros, un velero de 12 metros con bandera alemana y una pareja de alemanes y otro también con bandera alemana pero con dos parejas de españoles jubilados que resultaron ser nuestros vecinos. Nos contaron que venían de la Línea de la Concepción, donde tenían el puerto base.  Habían hecho noche en la Caleta de Vélez y en San José. Comentamos la diferencia de precio tan grande entre San José que les cobraron 75 euros por pasar noche y Cartagena que cobraron 17 euros. Al día siguiente continuaron rumbo a Denia donde recogerían a una pareja más para luego continuar hasta las Islas Baleares. El viaje duraría un mes. Aunque no puedo quejarme de los viajes que me pego, cuando me encuentro con gente así, siempre pienso que eso es lo que quiero hacer cuando llegue a su edad.

Al día siguiente estuvimos de gestiones con el barco, vinieron a certificar la radiobaliza y a reparar la vela. Entre una cosa y otra pudimos disfrutar de unos baños en la piscina del Club. La vela no pudo ser reparada puesto que el problema era que está deformada y hay que cambiarla. Ya tiene 12 años.

El estado del mar no nos permitió abandonar Cartagena hasta el día 5 de julio.

Salimos de Cartagena con destino Alicante, un total de 60 millas. Tras perder más de 30 minutos en la gasolinera automática, primero porque había un yate repostando y luego por el tiempo que se pierde con la máquina dispensadora de gasoil, zarpamos a las 09:40.

Las condiciones de mar eran previstas de 0’5 metros de ola pero tuvimos bastante más. El viento era de unos 20 nudos y como era de levante, lo llevábamos siempre de proa, por lo que tuvimos que navegar a motor.

Las primeras millas después de Cartagena son de acantilados escarpados. Nos acercamos al Parque Regional de Calblanque y empezamos a ver pequeñas calas y playas naturales como playa larga o Calblanque. Al acercarnos a Cabo de Palos el mar estaba algo más agitado.

Una vez pasado Cabo de Palos y sobre la Manga, pusimos rumbo Alicante, con una mar cruzada que nos hizo una navegación bastante incómoda.

El capitán Iván intentaba izar la vela mayor pero se enganchaba, ¡¡¡no había manera!!!, el barco sin vela balanceaba mucho así que izamos el génova, la navegación mejoró al estabilizarse el barco, seguimos intentando insistentemente sacar la mayor y tras una dura pelea lo conseguimos poco después de pasar Isla Grossa. Apagamos el motor y navegamos plácidamente en rumbo de ceñida durante más de dos horas con un viento aparente de unos 16 nudos. Estábamos cansados del viaje y yo un pelín mareada por lo que decidimos quedarnos en Torrevieja, habiendo navegado 38 millas desde Cartagena. Al acercarnos a la bocana del puerto de Torrevieja encendemos el motor para aproarnos y recoger vela. Una vez estuvo todo listo para entrar en puerto oímos un fuerte pitido, era la alarma del motor!!!. Algo pasa!!… sale humo del motor!!!. Apagamos el motor y solicitamos remolque al Puerto de Torrevieja. Nos quedamos en espera durante 30 minutos aguantando a la deriva el vaivén del barco hasta que vinieron a remolcarnos, la espera se me hizo eterna. Por fin nos avisaron que estaban en camino por lo que izamos el génova (la mayor con los problemas de enrollador no quisimos sacarla) y nos acercamos a la bocana donde nos remolcaron hasta el pantalán donde amarramos el barco.

Escribo ahora en compañía de una rica cerveza, desde el club náutico de Torrevieja, en espera que nos revisen el motor y así poder seguir ruta.