ANCLA DE CAPA O ANCLA FLOTANTE
Qué es un ancla de capa
El ancla de capa, también llamada ancla flotante, es un elemento muy útil y en ocasiones vital para la seguridad de nuestra embarcación. Como su nombre indica, es un ancla y su función consiste en ayudar a mantener la posición. La diferencia con las anclas convencionales es que el ancla flotante no se hunde hasta el fondo, se mantiene flotando cerca de la superficie y obliga al barco a orientarse con la amura a la mar y al viento, dotando al barco de una mayor estabilidad.
El ancla de capa se compone de un cono de lona resistente con un refuerzo en su base, donde va amarrado un cabo. El otro extremo del cabo se hace firme en el barco, en una cornamusa o en un lugar muy resistente de la cubierta. En su vértice hay un pequeño orificio para permitir que pase el agua y reducir de esta forma la resistencia. En este extremo o vértice se le puede amarrar con un cabo una pequeña boya que nos facilitará la recogida.
Cuándo debemos utilizar un ancla de capa
El mar, en ocasiones puede poner a nuestro barco y tripulación en situaciones límite, muchas veces inesperadas. Una intensa batalla contra fuertes vientos y duros oleajes, puede llevarnos a una merma en nuestras condiciones físicas, a un mareo inesperado o a una avería mecánica o rotura en la jarcia de nuestras velas.
El ancla de capa mantendrá nuestro barco orientado al viento y al oleaje, calmará los pantocazos y reducirá el abatimiento, dándonos tregua y descanso en la lucha contra las aguas turbulentas, permitiéndonos concentrarnos en la reparación de las averías. Mantener el rumbo adecuado en una situación de tormenta puede ser un trabajo complicado y exhausto. El uso apropiado del ancla de capa nos ayudará sin duda a conservar nuestra energía. Afortunadamente, la mayor parte de las veces que los marineros han hecho uso de sus anclas de capa ha sido por mareo o por agotamiento de la tripulación.
Otra utilidad que puede llegar a ser vital de un ancla de capa es para reducir la deriva y el abatimiento. Una costa a sotavento durante un temporal o durante una avería que nos cause falta de propulsión es una de las situaciones más indeseables que nos puedan llegar a ocurrir. El ancla de capa reduce la deriva y el abatimiento dándonos tiempo a resolver la avería, a que las condiciones meteorológicas mejoren o en el peor de los casos, dando tiempo a que las unidades de rescate lleguen a socorrernos.
En viajes oceánicos o en navegaciones de altura donde hacer noche se hace inevitable, un ancla de capa puede ser de gran ayuda cuando nuestras fuerzas escasean, especialmente en navegación en solitario y ayudándonos de esta forma a mantener nuestra amura a la mar y a mantener nuestra posición.
En pesca el ancla de capa también se utiliza para reducir la deriva y el abatimiento manteniéndonos en la posición donde el banco de peces ha sido localizado. Reduciremos el gasto en combustible y nos mantendremos siempre bien orientados y amurados a la mar. Los kayakistas y otras pequeñas embarcaciones pueden también beneficiarse de un ancla flotante en algún momento.
Cómo utilizar un ancla de capa
El ancla de capa se echa por el lado de barlovento del barco abriéndose en el agua como un paracaídas. El cabo que une el ancla de capa a la proa de nuestra embarcación toma tensión al ser empujado el barco por el viento hacia sotavento. Amarramos el cabo del ancla de capa en dos cornamusas o puntos fuertes de la cubierta del barco con un cabo en forma de “Y”, de forma que la tensión del cabo haga orientar la amura del barco al viento y a la mar.
En caso de temporal un buen trimado de las velas es un complemento fundamental. Tener la posibilidad de tomar un tercer rizo en la mayor y el uso de un tormentín en la vela de proa debe ser una prioridad.
En condiciones difíciles como pueda ser un fuerza 8 o fuerza 9, iremos desplegando el cabo del ancla flotante con un mínimo de cinco veces la eslora de nuestra embarcación. Iremos comprobando como va respondiendo el barco al oleaje y a los pantocazos e iremos desplegando el cabo necesario hasta lograr la estabilidad necesaria y que acompasar las olas con el ancla flotante y el barco. En uno de los peores casos de tormenta, podríamos llegar a necesitar 10 metros de cabo por cada metro de eslora de embarcación.
Es una buena idea que los dos o tres primeros metros de cabo que van unidos al ancla de capa sean sustituidos por una cadena gruesa y pesada unida con un quitavueltas, de esta forma, ayudará a mantener el ancla de capa por debajo de las olas rompientes.
Una boya flotante unida a la proa del ancla de capa, nos permitirá fácilmente recogerla y remolcarla a bordo, especialmente en los modelos más grandes. Es también muy recomendable su uso para localizar fácilmente el ancla flotante.
Es posible también utilizar el ancla de capa amarrándolo por la popa para correr un temporal y de esta manera reducir la velocidad de la embarcación.
¿Qué tamaño necesito?
El tamaño del ancla de capa se mide por su diámetro y viene dado en relación al tamaño de la embarcación. El tamaño específico para nuestra embarcación depende de la eslora de ésta y del uso que vayamos a dar. A mayor eslora de barco, mayor diámetro de ancla de capa necesitaremos. Cada fabricante le podrá aconsejar en el tamaño y tipo más adecuado para su embarcación y uso.
Anclas de capa para barcos de 6, 8, 10 y 12 metros de eslora desde 19,50 €
En resumen:
Las anclas de capa son una herramienta importante en la lucha contra un fuerte oleaje. Utilizado correctamente, un ancla flotante le permitirá hacer un descanso necesario en cualquier condición de mar y le ayudará a estabilizar el barco con una correcta orientación a la mar en paradas, averías y otras situaciones de emergencia.